Imagen: "Nube b", Clara, Julio 2011
Apoyo una linterna abandonada
sobre mi último nombre pasajero
y luego lo olvido de nuevo
bajo un cielo.
Ando -desconocida - por las noches,
desnuda de existencia y de vacío.
Mi corazón me ignora - se asombra- me deslumbra
(se acostumbra)
siempre y cuando muera el día (una follia).
No me responde - no me corresponde
se espande donde quiere y me recorre
el cuerpo - a golpes
de sueños quebrantados –fugitivos-
Me miro siempre y cuando tú te quedes. No respiro.
.
Sube una nube azul bajo mis manos,
tiemblo (te siembro) de blanco y de suspiros.
¿Cúando perdí de mí toda la aurora?
¿Cúndo me renegó la huella de mis horas?
¿Cúndo me renegó la huella de mis horas?
¡’Oh, pobre nombre mío! Pobres tus pasos!
¡Qué frío tan inconsciente se robó tu espacio!
Y yo aquí – fragmentada - con un sonido aquoso
que me araña los ojos,
con las piernas sin luz y una boca de acero,
que ya no sabe más como me llamo.